¿Qué aprenderá la taquilla de 'Barbie'?

Siempre se puede contar con que los festivales de cine ofrecerán éxitos sorpresa en esta época del año, pero mientras tanto Hollywood debe lidiar con otro problema: su resaca de Barbitude.

Los miles de millones de Barbie tendrán un impacto importante en la forma en que los tomadores de decisiones enmarquen las estrategias futuras en materia de presupuesto, contenido y promoción.

El megaéxito también podría arrojar una nube rosa sobre la temporada de premios: ¿los votantes de la Academia, preocupados por el mensaje, harán levitar a Barbie al mismo estrato sombrío que Nomadland?

Además, ¿Greta Gerwig, su autora, se convertirá en víctima del síndrome de Tom Cruise, una estrella cinematográfica cuyo trabajo se nos alienta a admirar pero no a honrar?

Para complicar las cosas, el extraño atractivo de Barbie claramente animó a los compradores de entradas a apoyar a otra nominada al Oscar asegurada, Oppenheimer. Es difícil encontrar un precedente de frivolidad feminista que avive el apetito por el terrorismo nuclear.

Como tal, las batallas por Barbitude podrían abrir una oportunidad única para un renacimiento de los Globos de Oro. Si alrededor de 300 votantes del Globe, que representan un amplio grupo étnico y geográfico, están buscando una sorpresa de la cultura pop que apoyar, esto plantearía una oportunidad intrigante.

Barbitude representa una refutación oportuna de la hegemonía generacional y prolongada de los superhéroes de Marvel. ¿Quién hubiera esperado que Iron Man se fundiera con Ken?

Los expertos en cine pueden encontrar joyas en Telluride con potencial revolucionario, pero el hecho es que Barbie ha abierto nuevos conceptos de comercio de taquilla.

¿Deberían reestructurarse los calendarios de lanzamiento con coordenadas poco convencionales? ¿Babylon se habría registrado mejor en taquilla si se hubiera combinado con Bottoms?

El alucinante triunfo de Barbitude también planteará otro desafío para los responsables de la toma de decisiones en los estudios: ¿cómo encuentran a la próxima Greta Gerwig? Más urgentemente, ¿cómo crearán un acuerdo que satisfaga a la verdadera Greta? ¿Un presupuesto aún mayor (el de Barbie fue de 140 millones de dólares)? Un compromiso con la libertad creativa (ella ya la tiene).

Al perseguir a futuros cineastas “calientes”, los conocedores de los estudios son muy conscientes de las debacles del pasado. El cineasta más buscado de la década de 1960 fue Dennis Hopper, cuyo Easy Rider inventó un léxico cinematográfico completamente nuevo.

La siguiente aventura cinematográfica de Hopper resultó acertadamente titulada La última película.

Una década más tarde, los gurús de los estudios de Hollywood persiguieron ansiosamente a Michael Cimino, cuyo éxito, El cazador, redefinió la película de guerra. A Cimino, una vez más, se le ofreció el montaje final y controles completos.

Los agentes de Cimino enviaron diligentemente el guión y el presupuesto del siguiente proyecto del cineasta a una breve lista de tomadores de decisiones con una limitación: Cimino no asistiría a ninguna reunión para discutir el guión o los detalles del presupuesto. La única respuesta sería un firme “sí” o “no”.

United Artists respondió con un “sí”. Heaven's Gate resultó ser lo que se conoció como el final de su carrera. La experiencia llevó a David Picker, quien anteriormente dirigió una exitosa United Artists, a observar: “Prefiero acuerdos con cineastas que vienen de un fracaso que de un éxito. Están más abiertos a nuevas ideas”.

A los 40 años, Gerwig es mucho más inteligente y rica que Cimino. También conoce bien los trucos de Hollywood e incluso vive con otro cineasta experto, Noah Baumbach.

Pero, antes de Barbie, sus películas de bajo presupuesto habitaban en el ámbito del mumblecore. ¿Usaría las libertades que tanto le costó ganar para crear una Puerta del Cielo mumblecore?

Suscríbase a las alertas de noticias de última hora de Deadline y mantenga feliz su bandeja de entrada.